domingo, 30 de noviembre de 2008

Tu llamada.

Un paso tras otro,
acompañados de sonrisas cómplices,
caricias y sueños que se cruzan entre miradas fugaces,
tus ojos diciendo aquello que tus labios sellados evitan.

Noches bajo las estrellas,
esperando tu llegada,
tardes en la playa sin escuchar tu llamada,
mientras, el corazón se encoje más y más sin ti.

Acordes perdidos recuerdan tu mirada,
mar, estrellas, besos y palabras,
guardan mi secreto, escondido en tu llamada.

Y sí, sí te quiero tanto,
como para odiar y amar,
para reír y llorar,
cuando ya, todo da igual,
cuando vivo sin vivir,
y siento sin sentir,
y tú, a mil kilómetros de mi alma,
olvidas que te quiero como a nada.




De lo último que escribí, siento tener esto tan abandonado, remontará pronto, Gracias por seguir visitando este blog.

domingo, 23 de noviembre de 2008


Le vi desde lo alto,
Y tuve la osadía de mirarle a la cara,
Aguantarle la mirada,
Y sentirme despreciable por dentro sin saber por qué.

Le pedí tantas cosas que me sentí egoísta,
Aún sabiendo que lo necesitaba,
Y tuve miedo, mucho, mucho miedo,
De no saber qué era lo que ocurría.

Cerré los ojos y unos acordes entrelazados
Recordaban cientos de cosas que saturaban mi memoria,
Y que impedían que mi corazón sintiese con claridad.

Y es lo que ocurre, sí,
Cuando no sabes lo que pasa dentro de ti,
Cuando las certezas se difuminan cada vez más,
Y las esperanzas crecen entre el miedo que intenta superarlos.

En ese momento, sólo Descartes tiene razón,
“pienso, luego existo” y lo que ocurre a mi alrededor,
algún día me lo explicarán.



Foto: hehca por mi, Ría de Avilés.

martes, 18 de noviembre de 2008

¡Paciencia, corazón mío!






Dejo un fragmento del libro “Las preguntas de la vida” de Fernando Savater.

Dice así:

Quizá la primera vez que en nuestra tradición occidental aparece testimonio literario de esta reflexión la encontramos cuando, al final de la Odisea, el largo tiempo errante Ulises llega por fin a su palacio de Ítaca. Al ver a su mujer acosada por los impúdicos pretendientes, que se están comiendo y bebiendo su hacienda, Ulises se inflama de cólera vengativa. Pero no se abalanza imprudentemente sobre ellos sino que se contiene diciéndose; <<¡Paciencia, corazón mío!>>. Esta breve recomendación que el héroe se hace a sí mismo, a la vez constatando y calmando el ardor de su ira, es quizá el comienzo de toda nuestra psicología, la primera muestra culturalmente testimoniada de autoconciencia…


¿Valentía o cobardía?

Difícil de valorar. Creo, que en ese momento, y en muchos otros de nuestras vidas, lo fácil sería la opción que Ulises descartó, en cambió lo difícil es contar hasta 5, 10,100….lo que necesites, respirar y decir…no están a tu altura.


Autoconciencia, algo tan valioso y que a veces nos hace jugar tan malos momentos… y es que es una compañera de viaje que en ningún momento te deja libre, que, siempre intenta comportarse con esa perfección, que acabas cogiéndole manía.
¿Por qué nos comemos tanto la cabeza? ¿Por qué siempre debemos pensar y pensar sobre lo mismo? ¿Por qué, por qué por qué….?


Antes esto, ante tantos Por Qués….¡Paciencia, corazón mío!.

jueves, 13 de noviembre de 2008





Hoy amaneció lloviendo, y el día se veía oscuro en tu pupila, que con gran esfuerzo se dejaba asomar entre tus párpados cansados y pesados como plomo.

Últimamente, los días recortan horas cada segundo, y minutos en cada milésima. El reloj se desintegra poco a poco en mi muñeca y el tiempo pasa y pasa sin darme cuenta.

A veces, sueño con parar el tiempo, darle al mundo un momento de descanso, pero, en ese instante, el cronómetro empieza su cuenta de nuevo, y el más rápido, es el que se salva.

El mundo parece una selva; si no comes, te comen. La ley del más fuerte te reta sin cesar, y mientras el tic tac del reloj, te recuerda todo lo que aún te queda por hacer.

Ahora, no existen descansos, ni tiempos muertos, la vida pasa, y, si no te subes a tu tren, pronto partirá, te dejará en tierra, y todo lo soñado se irá por la borda. Un momento de descuido, una factura por cobrar.

Quizás debamos plantearnos algo, quizá, deberíamos alargar los días, o tal vez…acabar con aquello que nos convierte en esclavos, el reloj…

domingo, 9 de noviembre de 2008


1-Son las lágrimas que dejo caer por mi mejilla si me miras.
2-Son las palabras que cruzamos, sin mirarnos.
3-Los latidos de tu corazón que a penas pude apreciar.
4-Los minutos que restaron antes de verte marchar.
5-Son los versos que te escribo sin saber qué decirte.
6-Son las horas que mirando libros, te recuerdo con cariño y miedo a la vez, buscando solución a tanto problema sin respuesta.
7-Es el primer número de la infinita cifra de miedos que habitan en mi.
8-Son los nudos del estómago que aparecen sin saber por qué.
9-Son las veces que intento deshacerlos.
10-Los intentos fallidos que consigo recaudar al final del día.

Y todo se vuelve extraño sin saber por qué, los problemas resueltos, pierden sus soluciones en el temeroso laberinto que forman mis miedos, sentimientos y pensamientos.
Un gran claro iluminaba ayer la ciudad, y hoy, llueve sin cesar, nada es lo que era, todo llega, todo pasa, pero mientras tanto, el triángulo de las bermudas te sacude sin cesar.

Igual de raudo que el tiempo, cambias tú, ríes cuando querías llorar, y lloras cuando querías reír, los momentos se han perdido en el olvido, y no sabes si podrás rescatarlos de ese lugar tan lejano y cercano a la vez.

Nada llena ese vacío en tu interior que te hace sentirte cada vez más y más pesado, hasta que un día, eches a volar como el globo de ese niño que ahora llora desconsolado.

Y ya no sé lo que digo, y ya no sé lo que hago, y vuelvo a contar.

1-Las llamadas que sigo esperando de tu móvil un tanto anticuado.
2-Las sonrisas que te debo, cuando el orgullo podía más que el tiempo que nos quedaba.
3-Millones de abrazos son los que pude darte y olvidé recordarlos.
4-Las tardes de verano en que buscaba tu mirada desde lo alto.


16-Son los años que ahora tengo, y los que ya he vivido.
16- Años compartidos
16-Que han concluido con la cuenta.
16-De aprendizajes, leyendas y batallas compartidas.
16-Creyendo que todo era igual de bonito a como lo pintaba ese cuento que me narrabas.
16-Es…sólo un número que termina con esto, que no sé, por qué comenzó a ser escrito…

sábado, 8 de noviembre de 2008

"Empiezo hoy al paro"

Hoy, Sábado, acudí, junto con unos compañeros, como voluntaria a un centro comercial. Nuestro trabajo, consistía en informar a las personas a cerca de la “Operación Kilo” ( y no, no es ninguna dieta milagrosa ni nada por el estilo), con el fin de recaudar el mayor número de alimentos posibles en el banco de alimentos de Asturias, y así, ser destinados para aquellas personas que no tienen los recursos suficientes para alimentarse.

Participé en dicha colaboración durante esta mañana, y la verdad, ha sido una experiencia que me ha agradado, aunque por otra parte, me ha dado mucho para pensar.

Observando a las personas, te das cuenta de que, cuanto menos tiene la gente, más ofrece; en cambio aquellos que ves bien vestidos, caminando de esa forma tan rígida (sí, que parecen haberse tragado un tenedor), esos, cuanto más tienen…más quieren.
Por otro lado, he observado, que en las parejas de mediana edad, el hombre (desconozco la causa) suele decir, “no gracias”, o directamente, “esas cosas a la mujer, que viene detrás”.
Hay quien ni te mira a la cara, hay quien intenta esquivarte, y hay quien se para, y cuando ven de que se tratan, te devuelven el papel informativo y dicen “ no, no” y se van tan rápido como pueden. ¿Acaso pensaban que les iban a regalar algo?, ¿acaso hoy en día, regalan algo en esta vida?...

A lo largo de la mañana, tuvimos alguna que otra anécdota, algunas divertidas, otras, no tanto.

Ante la información que íbamos ofreciendo, nos encontrábamos, como dije, ante varias reacciones, y por tanto, varias respuestas:

-Están, las señoras (y es que aunque hay excepciones suelen ser señoras), que saben de qué va la cosa y son ellas las que directamente van a ti y te piden la información.

-Están, aquellos/as que te esquivan como pueden, como si estuvieras contagiado de algo, o intentaras lavarles el cerebro.

-Luego, te encuentras con las típicas madres o padres que van con sus hijos, los cuales emocionados, van a coger el papelito, y corriendo compran un alimento para aquellos que lo necesitan (cuanto más pequeños, más solidarios).

-Algo que me sorprendió, y son aquellas parejas jóvenes de alrededor de los veintialgo, treinta años, esos, son como las señoras del principio, van a ti, dispuestos a ayudar.


-Y finalmente, te encuentras con aquellos que te miran, se quedan quietos y te dan una contestación como si tú solo tuvieses la obligación de acabar de golpe con el hambre en el Mundo, y sus palabras esconden resentimiento, miedo y mucha rabia contenida. Algunas de estas contestaciones fueron: “mira, vais y llamáis a Zapatero, y que os de el dinero para acabar con el hambre” y tú te quedas con una cara de tonto como diciendo…”Señor, ¿de verdad piensa que si eso funcionase no se hubiera hecho antes?”, pero te callas y le das las gracias aún así, porque…¿tiene el culpa de estar resentido?, pues puede que si, puede que no, eso no se sabe.
Otra contestación es: “vais al Estado y que allí os lo den” y así, como la anterior, ojala fuese tan fácil, pero…¿sabría ese hombre la dirección de ese tal SEÑOR ESTADO del que nos hablaba?

Pero bueno, supongo que hoy por hoy, es normal (en parte), que haya quien te diga esas cosas. Para finalizar, quería comentar la verdadera razón por la que me decidí a actualizar con este tema y son dos respuesta que personalmente me dijeron dos hombre esta mañana (pues las anteriores son anécdotas que sufrieron mis compañeros).
Vi aparecer a un hombre de mediana edad, fui a ofrecerle la información y me dijo: “no, gracias, las cosas están mal” o algo así, y pensé: Dios, que razón tiene, quizá él tampoco tenga lo suficiente para alimentar a sus hijos… pero se fue, y ese pensamiento desapareció pronto hasta que, después de un rato, pasó un hombre, de unos 50 años en adelante, como a todos le dije: “Hola buenas, si quisiera hacer una colaboración con el banco de alimentos de Asturias….”, me miró, se quedó callado y me dijo: “Empiezo hoy al paro”, y se fue, y la verdad, no supe que decirle, le di las Gracias y dejé que se fuese, porque, sinceramente, la cara que se me quedó, no me la puedo ni imaginar.


Así me quedé, pensando y pensando, maldiciendo este Mundo que tiene cosas tan maravillosas y cosas tan tristes como estas, ojala todo fuese tan fácil como lo veían esos hombres, ojala nada de estos estuviese pasando…

martes, 4 de noviembre de 2008


Es así
(Alejandro Filio)
Ella puede atrapar con los brazos el sol o inventar con un trozo de tela una flor,encender la mañana con sólo ponerse a reír, abre alguna ventana y el aire se cuela feliz, como nunca fui sin ella.

Ella teje una historia de luz y algodón y a su paso la sombra se vuelve color,nunca dice "soy tuya" al igual que la luna de abril pero diario se entrega brillante y entera, completa, sincera.


Entre tanto que ampara mi canto no hay nada que pueda decirpara hablar de sus labios no hay versos exactos ni rima sutil.

Es así y así será.

Es así y nada más.


Ella juega con Marte y lo vuelve tapiz, dobla al mundo en dos partes, amar y vivir, puede ser que alguien antes soñó entre su pelo soñar pero no entre su sueño, como me desvelo soñando con ella.


Ella tiene en los ojos la buena canción y en el pecho y la espalda una constelación, desamarra huracanes, me abraza y apaga la luz,cuelga al tiempo en la percha detrás de la puerta y luego se acerca.


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Ella tiene el Mundo en sus manos, y sin darse cuenta cierra fuerte los puños en un intento de maldición, y todo se destruye, y todo se estropea, el Mundo queda aplastado, en una milésima inconsciente de minuto.
Ella puede hacer tanto… todo aquello que está en sus manos, pero que olvida sostenerlo.

Ella… ella siente, su corazón arde por dentro como un volcán a punto de estallar, siente la fuerza con que la sangre es bombeada, con esas ganas de vivir, ese amor que desprende, esa nostalgia que siente, la añoranza de aquello que ya ha olvidado. Pero al igual que nunca supo decir “soy tuya”, nunca supo decir, “te quiero”, “lo siento”, “no te vayas”, “estoy aquí”, “confía en mi”.

Nunca dijo lo que sentía, siempre era más débil de lo que parecía, pero ella….sí que sentía. Tenía miedo, pues pasea por su ciudad, y recuerda esa frase: “esta ciudad tiene más radio taxis que sentimientos” y se siente perdida entre tantos coches, sin encontrar esos sentimientos, que algún día, el mundo dejó escapar


Teme que ahora sea demasiado tarde, pero recuerda algo que no hace mucho aprendió: “HOY ES SIEMPRE TODAVÍA”, aún estamos a tiempo, aún podrá demostrar, aquello que parece ser, su gran secreto.

sábado, 1 de noviembre de 2008


Hoy, tenía las ganas y la necesidad de escribir algo aquí, pero, siento que nada me llena lo suficiente.

Podría escribir una Canción o un poema…pero me suena ya tan repetitivo…
A falta de ideas, he abierto un libro (“Vida” de Paulo Coelho), un libro lleno de pequeñas citas, y al azar, ha salido esta.

“La montaña rusa es mi vida, la vida es un juego fuerte y alucinante, la vida es lanzarse en paracaídas, es arriesgarse, caer, y volver a levantarse, es alpinismo, es querer subir a lo alto de uno mismo, y sentirse insatisfecho y angustiado cuando no se consigue.”


La vida, no es sólo respirar, es mucho más….la vida…lo es todo, es caerse, y levantarte de nuevo con más fuerza; es cogerte de esa mano, si tienes miedo del futuro; es soñar, y luchar por cumplir tus sueños; es desilusionarse y volver a ilusionarse con cada nuevo amanecer; es llorar y reír; es sentirte cerca, cuando estás tan lejos, la vida…lo es todo.


Si no arriesgas, no vives, si no luchas, no cumples tus sueños, si no crees no sueñas, si no confías, pierdes la ilusión.