jueves, 31 de diciembre de 2009

¡¡Feliz Año Nuevo!!


A menudo me duermo con la sensación de que todo esto puede ser mucho mejor, y a menudo me despierto con la ilusión de que todo cambiara.

Porque, aunque suene utópico, aunque muchos lo hayan dicho antes; otra realidad es posible, ese mundo mejor que esperamos está a la vuelta de la esquina.


Por ello, en el día de hoy, quisiera mandar un mensaje de optimismo para todos aquellos que lo quieran recibir, una mano tendida para quien desee agarrarse, un abrazo para quien más lo necesite, una esperanza para todos...


Sin más, os deseo una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.


Que vuestros deseos se hagan realidad, y aquello que soñasteis llegue pronto.


Que seais muy felices.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Con los pies fríos.... NADIE duerme bien.


He corrido hasta el coche en un intento fallido por no mojarme, retando a la lluvia que incesante trata de limpiar todo rastro de maldad que destruye la ciudad por momentos y la hace más infeliz, o al menos eso creía yo.


De camino a casa, las palabras en la radio sonaban, sin producir en mí sensación alguna. Pero llegó esa noticia, esa que te hace pensar, que te devuelve a la realidad en la que vivimos, esa con la que consigues odiar al mundo.


Ha muerto un hombre a manos del incesante frío en las calles de mi ciudad, esas por las que paseo bien abrigada mientras disfruto de un cucurucho bien caliente de castañas; esas que vigilo desde el interior de mi café favorito, mientras ojeo el periódico y discuto las últimas novedades del día.


Por momentos me siento miserable, y odio todo cuanto me rodea, y desearía que el mundo fuera un poco más justo, un poco más humano.

Hace unos días me disponía a disfrutar de una rica hamburguesa cuando un hombre entró en el establecimiento. Iba dejando por las mesas unos papelitos con los que pedía solidaridad, algo para comer. Decía tener unos hijos a los que no podía alimentar. Frente a mi, una señora le ofreció dos bolsas de patatas fritas. Se sentó en el suelo y en poco tiempo terminó con ellas. Pensé si sería cierto aquello de sus hijos, mientras me sentía mal por dudar de aquel pobre hombre pero ¿por qué no guardaba algo para ellos?, al fin y al cabo era para ellos para los que pedía.

Nunca antes me había sentado tan mal una hamburguesa, no pude comerla a gusto mientras aquel hombre estaba allí, tirado en el suelo, frente a mí.

Hay días, como hoy, en que no entiendo nada, en que me gustaría que todo cambiase de una vez, en que tengo miedo del futuro…

jueves, 17 de diciembre de 2009

Lo peor de no tenerte es el recuerdo de un pasado mejor.

Ya han pasado 5 meses desde aquel día en que cruzamos nuestras miradas por última vez, y rompieron todo cuanto había entre nosotros, y terminaron con todo aquello que llamábamos felicidad…

¿Te acuerdas? Era un 10 de Marzo, mi cumpleaños. El mejor día de mi vida, que lamentablemente terminó siendo el peor.

Lo tenías todo planeado, como siempre, te gustaba sorprenderme, y una vez más lo conseguiste. Aún recuerdo el momento en que te vi dar la vuelta a la esquina. Yo te esperaba, como de costumbre, en aquel viejo banco del parque, aquel escondido entre los matorrales más altos del vecindario, aquel desde el que nadie podía vernos.

-¿Dónde vamos?- te pegunté, y tan sólo dijiste: -sube y no mires atrás-

Hubiera sido perfecto, llegar a ver el mar. Cruzar medio país y llegar a nuestro pequeño paraíso, donde nadie cerrara las puertas, colgara los teléfonos, rompiera los mensajes bajo la puerta… pero no pudo ser.

Habíamos conseguido superar más de la mitad del trayecto cuando la segunda noche se abalanzó sobre nosotros. El bao en los cristales nos protegía de aquella cruda realidad a la que siempre temí. Afuera, reinaba el silencio. Sentí miedo, y poco a poco fui cerrando los ojos mientras Sabina nos cantaba una canción en la radio del coche.

Me desperté sobresaltada, alguien afuera pretendía llamar nuestra atención. Tú dormías, sin dejar de abrazarme. La guardia civil puso punto y final a nuestra historia, terminó con tu carrera y con mi libertad.

Hace tiempo que no sé nada de ti. Me han contado que sigues igual que siempre. Según tengo entendido te han echado del trabajo tras el cúmulo de noticias, interrogatorios, malentendidos y juicios por los que tuviste que pasar.

Me alegra saber que has rehecho tu vida en otra ciudad, con otro trabajo, con nuevas esperanzas, y me gustaría seguir creyendo que aún me esperas, tal y como prometiste.

Yo sigo aquí encerrada, entre las cuatro paredes de este horrible internado perdido de la mano de Dios y de cualquier hombre. Durante los primeros meses no recibí llamada alguna de familiares ni amigos, supongo que, una vez más las tenía prohibidas. Pasé semanas llorando sin saber a donde mirar, sin nada que decir. Hace dos meses que comencé a escribirte, con la vana esperanza de que llegue ese día en que sea yo misma quien te relea una y mil veces estas palabras, mientras, nuevamente, escuchamos a Sabina.




Cada minuto aquí se vuelve un infierno, a la vez que un alivio, pensando en la lenta cuenta atrás que poco a poco llega a su fin.


6 meses, 3 días y 2 horas marcan el final de este pequeño pero duro infierno que habita en mí. 6 meses, 3 días y 2 horas para llegar a esas 18 primaveras, pasaporte a la libertad.


Cada día pienso en los por qué que me hicieron llegar hasta aquí, y nunca consigo dar respuesta a tanta incógnita que me ahoga por momentos y me impide ser feliz.

Nunca podré entender por qué nos separaron; por qué la edad era tan importante; por qué existen personas que deciden a quién debes o no amar, personas que marcan un límite de edad a la felicidad.

Nunca entenderé por qué mis padres no me dejaron ser feliz.


Dentro de poco, en un futuro no muy lejano todo esto terminará. Dentro de poco, seremos tú y yo, sin bancos escondidos en los matorrales, sin cartas que nunca llegan, sin brazos que nos separen… solos tú y yo.


¿Sabes? Aún no he visto el mar.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Diario de una mujer...


10 de Marzo de 2009.

Ya van cuatro.
Hemos discutido varias veces, a decir verdad muchas más que cuatro o cinco, pero es verdad, ya van cuatro. Dos tortazos, dos empujones.

He pensado mucho desde el último día que escribí, y he releído mil veces mis palabras.
He conseguido un trabajo, pensando, tal vez, que así Andrés se sentiría mejor, y yo con él.
El dinero ahora no es un problema, le he pedido que deje su trabajo y se busque otro donde no le exploten tanto, pero olvidaba lo cabezota que es.
Ahora nos vemos menos, aunque vivamos en la misma casa.
Ambos llegamos tarde, y sin ganas de cenar. Yo suelo tumbarme a leer, mientras él ojea las noticias en Internet.

En cuanto a las cuatro veces… tal vez haya sido culpa mía, al fin y al cabo, no he sabido cómo contentarle, supongo que en eso consiste el matrimonio, uno debe de tantear el terreno para conseguir agradar al otro y así convivir felices.
Me queda tanto por aprender… o al menos eso me dice Andrés.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Mi primera entrevista

Bueno, aquí os dejo el enlace de una entrevista que me hicieron en la redacción de la Nueva España sobre la publicación de mi libro.

Espero que os guste.

http://www.lne.es/sociedad-cultura/2009/12/03/internet-hay-facebook-tuenti/843063.html

Esta joven promesa de las letras está harta de que critiquen a los jóvenes por estar "colgados" contínuamente de internet y defiende las bondades de la red. No en vano, su primer libro de poesía publicado, con tan sólo 17 años, nace de su búsqueda por diferentes blogs.
Saray Alonso nos cuenta que fue el escritor Rodolfo Serrano quien se interesó por sus poemas y la animó a publicar sus sentimientos, porque, como ella afirma, "la web puede desaparecer, pero lo impreso permanece".
Tiene muy claro que quiere estudiar periodismo pero sin dejar de lado la escritura y no deja de animar a los jóvenes a que utilicen la web para expresarse y buscar nuevos caminos; con sólo 17 años es muy consciente de que hay vida más allá de Facebook y Tuenti.