viernes, 31 de diciembre de 2010

¡Feliz Año!

Quedan 3 horas y 51 minutos para poner fin a este 2010.

Ponemos fin a una década que no ha pasado indiferente por nuestras vidas.

Aprovecho para daros las gracias por estar, por confiar, por ser ayuda y apoyo, por ser sonrisa y alegría.

Estoy segura de que este año será mucho mejor, porque vosotros estareis ahí, porque haceis de esto, de la vida, algo especial.

Que vuestros sueños se cumplan, os lo mereceis.

¡Feliz Año a todos!

Un fuerte abrazo desde el norte de España.

Saray Alonso Sierra

lunes, 27 de diciembre de 2010

Sigo sin entender...

Aún sigo sin entender
Tu estúpida misión
De hacer que nada
Es lo que es;
De fingir no conocerme;
De querer no quererme.

No entiendo por qué
Me llamas sin más
Para decir -¿cómo estás?-
Y al rato te escondes
Si me ves
Y tratas de hacerme ver
Que nada es lo que es.

Aún sigo sin entender
Tus miedos y apatías,
Tu ni contigo, ni sin ti,
Tu manera de quererme,
En silencio,
Sólo para ti,nada para mí.

Aún sigo sin entender,
Por qué sigo consintiendo
Tu forma de ser,
Tus razones para ver
Que nada es lo que es.

Aún sigo sin entender
Por qué no te dejo de querer.

viernes, 24 de diciembre de 2010

¡Feliz Navidad!


Hace no tanto tiempo disfrutábamos de los días de sol, la playa, las parrilladas con sus marmitas, las calles parisinas…

Y sin a penas darnos cuenta, ha llegado el frío, los chocolates con churros, la nieve…la Navidad.

Desde entonces e inevitablemente, han cambiado bastante las cosas. La vida sigue a ese ritmo vertiginoso al cual nos tiene acostumbrados, y nosotros con ella.

No quisiera caer en las tipicidades navideñas, así que únicamente quisiera, desde aquí, daros las gracias por estar, un año más formando parte de todo esto.

Gracias a los que me acompañáis en el día a día; a los que me esperan cuando regreso; a los que siempre están aunque a penas podamos vernos; a los que están aunque ni siquiera nos hayamos visto las caras antes… al hombre del acordeón del metro; al carterista que intenta robarme, al castañero de la esquina, a ese anónimo que me dedica una sonrisa sin más…

Hoy, más que nunca, gracias.

Os deseo una muy feliz Navidad y un próspero año nuevo en compañía de vuestros seres queridos.
Que todo siga, por lo menos, tan bien como hasta ahora; que sigáis dándole luz a la vida…


Un fuerte y caluroso abrazo.

Saray Alonso Sierra

miércoles, 22 de diciembre de 2010

De lo que era antes de ti...

Soy la perfecta teórica,
la razón desbordada
por el corazón;
la cuerda locura,
la desesperación.

Soy la cabeza pensante,
el maldito témpano de hielo
que se derrite con mirarte,
la dureza más tierna
hecha persona.

Soy todo cuanto era,
en una vida al revés,
quien habla a un contestador,
quien sueña con aquel amor.

Soy los restos de lo que era,
antes de que cogieras el teléfono,
y corriera a por ti.

Soy la confusión
entre lo que soy
y lo que me haces ser.

martes, 14 de diciembre de 2010

A veces, me gusta...

A veces,
Lo reconozco,
Me gusta estar sola.

Me gusta
Pasear, comer,
Llorar, dormir,
Ver películas de amor…
Sola,
Siempre sola.

Porque entonces
Te recuerdo,
Y te hago mío
En mis sueños,
En mis lágrimas,
En mi cama;
Eres el protagonista…

A veces,
Lo reconozco,
Me gusta estar sola,
Porque de saber
Que no te tengo,
Ni me tienes,
Ni nos podemos tener,
No hay mejor soledad,
Que la vivida con tu recuerdo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

¿Bailamos?

Fuera reinaba el frío,
dentro yo me moría de amor.

Temblaba de nervios
con cada mirada.
Sólo sonreía,
te sonreía.

Entonces agarraste fuerte
mis manos y mi espalda.
Sentí el roce de tu pecho
y la música me llevó,
hacia donde ahora estoy,
perdida, pensando;
tú.

Fuera reinaba el frío,
dentro yo me moría de miedo,
de amor...

¿Bailamos?

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cuando Te fuiste

Cuando te fuiste,
el día que realmente lo hiciste,
decidí que no volverían
las oscuras golondrinas;
que los días de verano,
no tendrian tu luz.

Cuando te fuiste,
decidí no volver a abrir
el libro de lo que un día fuimos;
que dejaría volar de mi recuerdo
tu aroma en la almohada.

Cuando te fuiste,
rompí cualquier retazo de tu recuerdo,
borré tu número de mi agenda,
y tu sabor de mi memoria.

Hoy ha sonado tu despertador,
a esa hora en que solías decirme,
-¿comemos juntos?-

Hoy he parado tu despertador,
hoy he dicho -adiós-.