jueves, 31 de marzo de 2011

Entrevista a Ismael Serrano



Cantautor español nacido en Vallecas un 9 de marzo de 1974.
Actualmente cuenta con más de 14 años de experiencia musical a su espalda.
A día de hoy, le encontramos recorriendo España inmerso en la gira de su noveno trabajo "Acuérdate de vivir"

Muy buenas tardes, y muchas gracias por dedicarnos estos minutos.
Si te parece comenzamos echando la vista atrás….

-Hace 15 años componías “Papá cuéntame otra vez” en recuerdo a la generación de tus padres; de tener un hijo y dedicarse como tú a la música, ¿qué crees diría esa canción que podría dedicarle a tu generación?

Pues esa es una de las preguntas que yo me hago cuando presento “Papá cuéntame otra vez” en estos conciertos que estamos dando; no sé si tendríamos como generación una historia que contar, porque más allá del reproche que yo pueda hacerle a la generación de mis padres, ellos tienen una historia que contar porque fueron protagonistas del tiempo que les tocaba vivir, asumieron el reto y el riesgo que ello conllevaba.
Nosotros me temo que no estamos asumiendo tanto ese reto. Nosotros somos también victimas del mundo en el que vivimos, una sociedad atomizada que nos ha aislado a unos de otros y que impide precisamente que construyamos una narración colectiva como la que tuvieron nuestros padres.
Yo creo que aún estamos a tiempo de construir esa historia, pero digamos que yo comparto contigo ese interrogante.

-Podemos decir que eres uno de los últimos cantautores españoles que mantienen vigente el compromiso social en sus canciones, ¿concibes la canción de autor al margen del compromiso social?
Concibo difícilmente la vida sin ese compromiso… difícilmente concibo el arte sin ese compromiso, es decir, si tú le cantas o le escribes a todo lo que te emociona, es difícil de entender que no te emocione la visión de un mundo desigual, que no te emocione ver la injusticia, la intransigencia, o sea, que esas cosas no te conmuevan para componer es lo que me resulta difícil de entender;
que no tengamos la permeabilidad suficiente; me cuesta entenderlo, me parece lo más natural, pero no solamente como músico sino como ser humano; todos los seres humanos se conmueven, lo que pasa que en el caso del músico se le ofrece en canción.

-Te vuelcas mucho en el compromiso social, pero también encontramos muchas canciones al amor y al desamor, ¿es más fácil cantarle a la ausencia de amor?
Bueno, es que quizá uno lo necesite más porque encuentra en la música un efecto terapéutico que te ayuda a sobrellevar el dolor.
Yo creo que uno también compone para rescatar del fracaso una cierta belleza y por eso compones al desamor.
El amor lo celebras quizá de otra forma, también componiendo canciones, pero por lo general, lo que buscas es un bálsamo que te ayude a cicatrizar ciertas heridas a través de las canciones.

-Muchos de esos temas están escritos por o con tu padre, no todos pueden decir que tienen esa complicidad padre-hijo.
Yo tengo la suerte, efectivamente, pero fundamentalmente porque mi padre ha escrito versos toda la vida.
Yo creo que el entorno familiar en el que he crecido es muy responsable de que a mí me diera por hacer esta música, porque siempre se ha fomentado el que escribamos, el debate…
Mi padre es periodista, mi hermano mayor también lo es; con lo cual también esa permeabilidad que nos permite estar atentos a la realidad supongo que viene de tradición familiar.
Con lo cual, sí, yo creo que en ese sentido he tenido suerte de criarme, de crecer en un entorno como el que he crecido y de contar con la complicidad de mi padre a la hora de hacer canciones y de escribir.
También eso de haber tenido acceso a los libros, a la información… se debe a mis padres y a mis hermanos.

-Sintonizamos una emisora de radio y no conseguimos escuchar ni un tema de algún cantautor. ¿Por qué esta marginación hacia la canción de autor?
Ayer precisamente tenía una reunión con una compañía de discos y se hablaba de cómo las novedades en términos generales han sido marginadas de la radiofórmula.
Ponen muy pocas novedades y muy pocas en castellano, con lo cual yo lo tengo muy jodido como cantautor, pero yo ya tengo para bien o para mal 14 años de carrera…
Pero yo pienso mucho en los nuevos chavales que están surgiendo y que no tienen la posibilidad de encontrar la fórmula de difusión que les ayude a ser conocidos.
La canción de autor ha sido excluida porque también la música hoy por hoy está como objeto de consumo de usar y tirar y todo lo que requiera una lectura profunda, que te despiste, que te aísle y te lleve a desentenderte del resto de las cosas es excluida.
La lectura profunda te lleva a eso, a reflexionar con calma, es algo que no tiene cabida en el ritmo frenético de consumo rápido que impone la industria. Con lo cual, los cantautores lo tienen más difícil.
Los cantautores no basan su carrera en un hit radiofónico sino que se va construyendo con una coherencia, un repertorio que se construye con mucho tiempo, y con una mirada a largo plazo que no permiten hoy por hoy los medios de comunicación musicales convencionales.

-Quizá esas plataformas estén hoy en Internet. Tú mismo ya has hecho un concierto online por Facebook…
Sí, Internet es una herramienta tremenda, te permite alternativas para conectar con la gente sin intermediarios de ningún tipo; pero por otro lado el caudal de información es tan grande en Internet que te pasa por encima y el flujo de información también es un torrente trepidante, con lo cual, hacer una lectura profunda es un esfuerzo personal que no todos tenemos y saber detenernos y discriminar lo realmente interesante y lo que no; y saber interiorizar lo que estamos leyendo, escuchando, encontrando… entonces es una herramienta eficaz pero que hay que saber utilizar de forma eficaz también.

- Bueno, repasemos facetas…te conocemos como cantautor, te hemos visto recitar, y nos sorprendes en el cine como actor y guionista en “El hombre que corría tras el viento” y “Luna en Leo”.
¿Se le queda a Ismael algo en el tintero?

Bueno, muchas cosas.
A mí el cine me encanta, ojala pudiera tener continuidad. El cine es maravilloso detrás de la cámara y delante de ella.
Pues no lo sé el caso es eso, seguir, tener inquietudes. La música es la primera de mis pasiones, pero escribir como lo he hecho en alguna columna en algún periódico, participar en el cine… todas esas cosas también son maravillosas y ojala pudiera seguir cultivándolas porque me dan muchas satisfacciones.


-Vivir no es solamente respirar. ¿Qué pretende trasmitir “Acuérdate de vivir”?
Pues precisamente eso, que no debemos actuar como androides programados que estamos de paso o que nos dejamos llevar por la marea de acontecimientos.
Que no debemos resignarnos asumiendo que nuestro destino está escrito, que no tenemos capacidad para influir en la realidad.
Yo creo que vivir supone rebelarse contra ese tedio, esa resignación y entender que tenemos que asumir un reto y una responsabilidad a la hora de estar vivos para cambiar las cosas si no nos gustan, que en el 90% de los casos no nos gustan ¿no?

-Serrat, Aute, Silvio o Sabina…. Y un largo etc forman parte de esas fuentes que te llevaron a componer; ahora muchos jóvenes cantautores, como Marwan, te nombran entre sus grandes influencias musicales. ¿Un honor o una responsabilidad?
Ambas cosas, porque lo conozco mucho personalmente, tenemos una relación maravillosa y como artista también le considero un gran artista. Entonces sobretodo es un honor del que estoy muy agradecido.

-Los próximos 8 y 9 de este mes actuarás en Madrid, en casa. Imagino que es mucha más la responsabilidad pero también la emoción. ¿Qué expectativas tienes ante estos días?
Bueno, pues que lo pasemos bien y poder saborear esa felicidad que a menudo siento encima de un escenario.
Porque el problema en Madrid es que son tantos los nervios, la responsabilidad… que a veces no te deja disfrutarlo como se merece.
Relajarme, disfrutarlo, pasarlo bien… y ojala que se genere como mínimo la complicidad de anteriores conciertos.
Este concierto tiene unas características especiales, porque es un concierto de despedida, que tiene que tener un carácter de celebración, que es una continuación de lo que ya hicimos en el Palacio de Congresos…
Ojala todo salga bien y la gente se lo pase bien.
Ese es mi mayor deseo, que la gente disfrute.

-“Disculpa, te digo, quizá sea el sueño, la falta de sueños…” ¿crees que faltan sueños?
Yo creo que sí, o si los tenemos no somos capaces de perseguirlos con la constancia y la voluntad que merecen.

-Cierras disco con “Balance” ¿Me haces un “balance” de la actualidad que nos rodea?
Bueno, vivimos una situación difícil.
Es muy jodido tener la sensación de que quizá por primera vez en muchísimo tiempo nuestros hijos vivan en unas condiciones peores de las que vivimos nosotros, en un estado de bienestar peor del que yo he gozado, con menos derechos de los que yo, jubilándose más tarde… es decir, en unas condiciones peores.
Yo creo que aún estamos a tiempo de revertir esa situación y de entender la crisis como una oportunidad para revisar un modelo de un sistema que se ha mostrado deficitario a la hora de dar respuestas a las necesidades reales de la gente y que genera crisis sistémicas, crisis propias; porque forma parte de ese modelo el que estas crisis sucedan y además que las crisis las paguen quienes menos tienen que ver en su origen.
Entonces, yo creo que merecería que reconsiderásemos todo esto, porque yo creo que una de las cosas más preocupantes que revela esta crisis es el déficit democrático que hace que los gobiernos tengan que ceder al chantaje de los mercados y no sean capaces de proponer modelos propios alternativos a los ajustes de estructurales que se vienen acometiendo en todas partes.

Bueno Ismael, muchas gracias, mucha suerte y nos vemos en los escenarios.


Todo un lujo el poder contar con sus palabras.
Gracias de nuevo

domingo, 27 de marzo de 2011

No hay nada como soñarte,
Y al despertar,
Descubrir que estás,
De carne y hueso,
De miedos y deseos.

domingo, 13 de marzo de 2011

A día de hoy...

Hoy,
En mi lista de bodas,
En mi carta a los reyes,
En mis mejores deseos…
Pido encontrarte, de nuevo
Al mirar por el rabillo del ojo,
Y sentir que estás,
Como siempre, sonriendo.


Y es que no hay hoy
Mejor regalo que tus besos,
Tus abrazos,
El saberme perdida en tus sábanas,
El tardío amanecer entre tus brazos…

Podría hoy pedirte la luna,
Alguna que otra estrella,
O que trajeras el mar a Madrid.
Pero no es necesario,
Porque navego en tu risa
Y respiro en tu pecho,
Y no hay luz más allá de esos ojos.

Podría, a día de hoy,
Pedir algo que no llevara tu nombre,
Podría…
Pero no quiero.
Sólo quiero seguir teniendo
Esa tos nerviosa si te veo,
Ese vacío cuando te vas,
Esas ganas de verte al segundo de tu partida,
O esta sensación de felicidad…

Esto es todo,
No quiero nada más.