jueves, 22 de marzo de 2012

Ser

Y ser, por qué no,
La locura hecha palabras,
El amor imposible que persigues
Tu musa más preciada,
Aquella que no puedes olvidar,
Y su olvido sería el fin;
Que no hay palabras sin su boca,
Ni caricias sin su piel.

Ser diferente a las demás,
El deseo hecho persona,
La pasión desmedida,
Una espalda al desnudo
Entre las sábanas de un hotel en la playa.

Ser la sal de tus labios
En un mar de lágrimas;
La dulzura de un postre
Sobre la mesa;
Los ojos vidriosos del amor;
Las ganas de amar en la noche.

Ser la luna que mueve tus mareas,
Que acuesta tus días;
La luz tenue de las despedidas,
El sabor amargo del después,
Y la sonrisa inevitable si me ves.

Ser todo y ante todo,
Para ti.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Hoy es tu día, poesía

Te muestras caprichosa y consentida
Como una adolescente enamorada.
No en vano, hoy es tu día.
Y aunque vienes y vas,
Y me abandonas por momentos
Y me pierdo sin ti;
Hoy es tu día.
Grito entonces a los cuatro vientos,
Cuanto te agradezco
Por estar en los momentos
En que no existe más que sentimientos,
Cuando no soy, pero siento;
Cuando no me encuentro,
Pero te tengo.

miércoles, 14 de marzo de 2012

20 años

Hoy, hace 20 años y a eso de las 7 menos diez de la mañana, comenzaba a respirar fuera del cuerpo de mi madre.
De aquello, como es evidente, no me acuerdo. En las fotos de mi nacimiento (que no son pocas), aparezco en brazos de mis padres, dos jóvenes padres primerizos que no sabían lo que les esperaba. Era una niña de peso y estatura normal, rubia, de ojos azules y mofletes redondos.
Como digo, desde entonces, han pasado 20 años y muchos momentos vividos.
Es curioso, cuando cumples 5 años, te sientes grande, orgulloso de ti mismo, porque ya vas a la clase de los mayores del parvulario.
Luego llegas a la decena, y aquello te parece increíble, a partir de entonces, no tienes dedos en las manos para contar los años que has vivido.
Pasas por la quincena; luego viene la mayoría de edad, la “legalidad”, puedes beber, votar, alistarte en el ejército…
Y ahora la veintena. Una extraña sensación. No pienso decir que me siento mayor, porque ni lo soy, ni lo siento. Pero sin duda, mi alegría en el día de hoy, en el día de mi cumpleaños, se llena con una mezcla de sensaciones de responsabilidad y vitalidad; de nostalgia y alegría; de incertidumbre y sueños por cumplir.
Nos dicen que lo que nos espera será duro, que son años malos los que nos tocan vivir, sin embargo, nos encontramos, o al menos yo, con ganas de más, con ganas de vivir, de luchar, de, por qué no, cumplir mis sueños.
Supongo que no queda hoy, nada más que dar las gracias a todas esas personas que en la cercanía o en la lejanía, con mayor o menor frecuencia, me acompañan, paso a paso, en este camino al que llaman vida.
No queda más que recordar que la felicidad no es una meta, sino un camino, un camino en el que creo encontrarme y es gracias a vosotros.
Comienzo una nueva década, y espero, que como hasta ahora, la compartáis conmigo.