martes, 28 de octubre de 2008


Ya han llegado esos días, en los que la rutina te supera, y el Mundo parece quedarse congelado con el odioso sonido del despertador (aunque en mi caso, no es muy odioso, pues es la canción “Eres” la cual me despierta).
A decir verdad…casi nunca puedo oírla, suelo tener la mala costumbre, de despertarme justo 5 minutos antes de sonar el despertador, y ahí comienza mi día, repaso mentalmente todo lo que he de hacer durante la mañana, y posteriormente, lo que deberé estudiar o a dónde iré por la tarde. Los nervios, como casi todas las mañanas me atacan efusivamente, exámenes, trabajos…pero seamos justos, es más fácil de lo que parece.
Dicen que la vida del estudiante, es la mejor, y no cabe la menor duda, pero es todo tan aburrido, tan rutinario… que a veces, cuesta llevarlo.

Pero bueno, a lo que iba, hoy, caí en esa cuenta, el frío y las lluvias llegan, y cuesta ver esos diminutos rallitos del sol que a media mañana me dan en la cara durante mi Clase de Filosofía.
Los autobuses, cada vez se llenan más, dicen que ahí se suceden las mejores historias, no sé, quizá sea porque voy tan dormida por las mañanas, y el autobús va tan lleno que a penas puedo ver a quien tengo a mi lado…

En días así, bañados por una incesante y fría lluvia, lo único que apetece, es quedarse tranquilito en casa, comerse un buen dulce, mientras, tumbado y bien tapadito, ves la televisión…pero por desgracia, no puede ser, quizá sería bueno que, tantas leyes que hoy en día están aprobando, aprueben una que obligue a ivernar en días como estos, ya puestos a legalizar cosas…

Así, que hoy encontré mi pequeño “remedio” contra el aborrecimiento hacia días como estos. Una vez más, realicé uno de esos transcursos en el autobús, pero esta vez, iba escuchando esta maravillosa Canción, que, no sé por qué, me llena de fuerzas y me recuerda que hay días y días, pero al final todo es más fácil de lo que parece.


Sucede que a veces.
Sucede que a veces la vida mata y el amor te echa silicona en los cerrojos de tu casa, o te abre un expediente de regulación, y te expulsa del Edén, hacia tierras extrañas. Sucede que a veces sales de un bar y la luz quema la piel de este vampiro que te ama, te llena la frente de fino polvo marrón-sur, bostezas y te queman agujetas en las alas.
Pero sucede también que, sin saber cómo ni cuándo, algo te eriza la piel y te rescata del naufragio.
Y siempre es viernes, siesta de verano, verbena en la aldea, guirnaldas en mayo, tormentas que apagan el televisor. Teléfonos que arden, me nombra tu voz, hoy ceno contigo, hoy revolución, reyes que pierden sus coronas, verte entre la multitud, abrazos que incendian la aurora en las playas del sur.
Sucede que a veces la vida mata y te encuentras solo y en este corazón no reciclable se hunden petroleros desahuciados y sospechas que provocan miopía en lanzadores de puñales. Sucede que a veces la vida mata y el invierno saca su revólver, te encañona en las costillas, te aterran los álbumes de fotos y el espejo, huele a pino el coche y el mar a gasolina.
Pero sucede también que, sin saber cómo ni cuándo, algo te eriza la piel y te rescata del naufragio.
Y siempre es viernes, siesta de verano, verbena en la aldea, guirnaldas en mayo, tormentas que apagan el televisor. Teléfonos que arden, me nombra tu voz, hoy ceno contigo, hoy revolución, reyes que pierden sus coronas, verte entre la multitud, abrazos que incendian la aurora en las playas del sur.
Sucede que a veces la vida mata... Y siempre es viernes, siesta de verano... Hoy ceno contigo, hoy revolución...


Reconozco no estar muy inspirada, deben ser estos días…jajaja.
Foto: Calle Galiana, Avilés.

Saludos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

uuufff...ties razón...pero la rutina...nos persigue toda nuestra vida...hay que buscar esa sonrisa...ese abrazo...ese gesto de las personas que tenemos alrededor que hagan nuestros días más llevaderos...pues ya que no nos queda otra...que ir a clase o trabajar en mi caso...siempre merece la pena por algo....y no...no me digas que por que yo cobro a fin de mes :P...jejeje

Sole dijo...

Seria buena idea que sancionen una ley donde se obligue a invernar :)

Gracias por estar siempre...es que sucede que aveces la vida mata y el amor...


Besitos

Luis Cano Ruiz dijo...

Una foto muy bonita.

Y hombre, la rutina pesa como siempre, pero nos hace buscar vías de escape, y esta a menudo son tan deseadas que se convierten en algo fantástico.

Gracias por la canción (Buena elección).

Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola guapa! Sí, conozco Avilés... Tengo allí familia, y allí veraneé muchos años cuando era (más) joven.

¿Dicen que en los autobuses suceden las mejores historias? Nunca me lo había planteado... pero la verdad es que yo tengo "mi propia historia de autobús"... jejeje... tal vez sea cierto!

Sigue con el blog, y, por cierto... ¿la Filosofía sigue siendo tan aburrida? :)