Son de esas miradas
Que hoy, a bajo cero,
Calmarían al mundo
Y derretirían el hielo.
Se dedican caricias
Que desafían la gravedad,
Que consiguen que tiemble,
El mundo a sus pies.
De los besos…
Mejor no hablar.
Aquel viejo de enfrente,
Les ve, y cierra los ojos.
Ella se fue,
Pero sigue en ellos,
En su juventud,
En los recuerdos,
En esos besos…
Y es que si les veis,
¡callad!,
¡Atad el tiempo!
Quién sabe cuánto durará.
Son “jóvenes y hermosos”,
Es su momento, el de soñar.
1 comentario:
Muy bonito.
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