jueves, 26 de febrero de 2015

Recitando en Libertad 8. Abrazo Argeñol "Y de repente, tan bien"

LO QUE NUNCA DEBIMOS DECIRNOS

Seguro que alguna vez te ha superado una situación, y has sido incapaz de guardarte las palabras, y has terminado tentando a la suerte.

Seguro que alguna vez le has mirado, y le se ha cruzado por el medio algún pues quizá sería mejor que esto terminase aquí…” pero lo dices con la boca pequeña, como quien reconoce que ha perdido la ilusión en la noche del 5 de enero; como quien dice que nunca se ha enamorado de una mirada; como quien dice que nunca ha llorado con un recuerdo

Seguro que también en algún momento has sido un/una bocazas, y has dicho todo aquello que no pensabas, por rabia, por miedo, por esa maldita sensación de creer no saber hacer bien las cosas

LO QUE NUNCA DEBIMOS DECIRNOS

Aquella noche
Hubiera jurado
Que nada estaba en su sitio.
Yo tenía mi norte perdido,
Tú las sonrisas agotadas.

Sentíamos tanto orgullo,
Que se nos escapaba
El corazón por la boca,
Y moría el pez
Que llevo dentro
Aleteando entre las redes
Del miedo a perderte.

Yo veía en tus ojos
El miedo de un niño
Que no sabe volver a casa,
Me ahogaba en palabras,
Perdía el hilo que nos unía;
Y tú venias
-También-
Con el miedo bajo el brazo,
Con las dudas a la espalda,
Con el corazón en un puño

Y paramos el tiempo.
Y Madrid se quedó a cero,
Y ya nadie volvió a quererse.

Oír cómo tus labios
Cambiaban un te quiero
Por un tal vez será mejor…”
Me hizo ponerme al límite
Del mayor abismo
Que mi cuerpo
Había vivido.

Y todo dio un vuelco.

Sentir cómo mis ojos
Te miraban
Como diciendo:
quizá tengas razón
Me hizo sumergirme
Veinte metros
A mar abierto,
Sin botella de oxígeno,
Sin vía de escape.

Y todo se nos escapó.

Fue ahí,
A punto de caer,
A punto de quedarme sin aire,
Cuando desee haber tragado
Todas las estúpidas palabras
Que le dedicamos a la rabia
Cuando se cruzan sentimientos
Y pierdo el timón,
Y pierdes la brújula,
Y nos empeñamos
En caminar en sentidos opuestos,
Para terminar,
-Inevitablemente-
Mirando atrás,
Antes de doblar
La primera esquina.

Llevo dos horas,
Veinte minutos,
Y treinta segundos,
Latiendo a contracorriente,
Queriéndote por dentro,
Negándote por fuera,
Temiendo al dolor,
De un mañana sin ti.

Tres minutos,
Cuatro lágrimas
Y una mirada después,
Devolvimos el tiempo a Madrid,
La sonrisa a nuestra cama,
Los latidos que nos faltaban,
Y todo volvió a su lugar,
Tú, yo, y cero centímetros

De por medio.

sábado, 14 de febrero de 2015

14 DE FEBRERO

Me dicen,
Amor,
Que hoy debemos querernos
Como si no hubiera un mañana,
Sin saber que contigo,
Es justo cada mañana 
14 de febrero,
Que tu risa 
Son todos los ramos de rosas
Que hoy se venden 
en Tirso de Molina.

Desde que te conozco,
Me sumerjo en tu mar
En medio de Madrid,
Surfeo en tus brazos
Sin más luz
Que la del faro
De tus tiempos
Que hoy son los míos,
Que son los nuestros,
Que son presente
Sin miedo a más.

Contigo, amor,
Madrid baja de revoluciones,
Me viene la vida
Contando historias
En plural,
A cámara lenta,
A risa desmedida.

Yo,
que tenía tarifa plana
En tristeza y desamores,
Que me rasgaba 
Los miedos con decepciones,
Que tenía un corazón 
Hipotecado y a todo riesgo,
He dejado 
De lamerme las heridas
Con películas 
de domingos para dos
Y ahora hago contigo
Cada día,
Noches de verano.

Hoy mi pluma
Le ha declarado
Amor eterno 
A mi cuaderno,
Y juntos han tachado
Todos mis versos
De despedidas
Y finales que fueron
Mar de lágrimas
Y desesperanzas.

Hoy he ido al corte ingles
He devuelto cuatro relojes
Tres viajes
Dos cajas de bombones
Y una rosa roja.

Que nadie me diga
Cómo,
Dónde,
O cuándo quererte.
Que en tus ojos veo
Cualquier continente,
Cien mil oportunidades,
Y 365 días 
Con sus 24 horas
Para regalarte. 





sábado, 7 de febrero de 2015

DOLIÓ

Decidiste aprender a volar,
Cuando yo había quemado
Cien mil paracaídas
De ilusiones y ganas de amar.

Cogiste aquel tren,
Dos paradas después
De mi destino final,
Quiste correr,
Cuando yo había abandonado
Cualquier posibilidad
De ganarle esta carrera
A la vida.

Te fuiste,
Y aunque fue para siempre,
Aunque ya no vuelves,
Aunque ya no eres,
Y no hay destino común,
Ni tren para dos,
Ni vuelos acrobáticos
En las noches de sábado;
Yo 
Siempre
busco 
más.

Te quise,
Como se quiere de verdad,
-Ya sabes-
Con la locura inconsciente,
Con la necesidad de tenerte,
Con el miedo a perderte.

Y te perdí.

Te fuiste,
Me fui,
Nos fuimos,
Y dejamos de ser.

A veces te recuerdo,
Te sonrío,
Te huelo a ciegas
En el metro.

Eres risa,
Eres verso,
Fuiste llanto,
Fuiste eso,
Que nunca supe entender,
Que nunca supimos tener.

Dolió.




miércoles, 28 de enero de 2015

Cuando aquello terminó
Tardé aproximadamente 
Cinco mil cuatrocientos tres 
Litros de lágrimas
En entender 
Que no podía hacer de la vida
Una persecución hacia la perfección.

Supe entonces
Que no tuviste toda la culpa,
Que yo perseguía metas,
Escribía una historia para dos,
Y tú te habías quedado sin tinta
Con la ilusión de la primera página.

Yo leía sin cesar
El mapa oculto
De aquel laberinto
Que debía llevarme
Hacia el sueño utópico
Del "todo"
en la palma de la mano.

Tú te llevabas la brújula,
Lanzabas al mar las pistas,
Y trazabas con cuidado
Un sin fin de huellas
Que nos llevaron
Hacia el final 
De lo que no pudo ser.

Desde entonces
No persigo tesoros,
Escribo a máquina
Para poder rectificar,
Comparto sueños,
-Si se tercia-
Y afronto que el futuro,
Nunca llega
Si dos no quieren,
Si dos no tienen,
Un presente común. 




 

sábado, 17 de enero de 2015

No al plagio. Escribe tu poesía, no te hagas con la mía

Muy buenos días,
Aprovecho este espacio para denunciar un caso de PLAGIO sufrido sobre uno de mis poemas.
Hace años, a mi llegada a Madrid,  me encontré con un “amable poeta” que regalaba su poesía por la voluntad en la puerta de La Casa del Libro de Gran Vía. (Seguro que más de uno le conocéis aunque sea de vista. Su nombre no lo daré, porque al contrario que él, yo tengo mucho más respeto hacia los demás).

El caso es que aquel día charlamos e intercambiamos poesía, algo normal en un principio.
Pues bien, hoy me entero de que desde entonces ha tomado mi poema “Hoy te declaro la guerra” como suyo y lo va vendiendo o regalando por ahí con total libertad.
Mi sorpresa llega cuando en mi propio blog me amenazan diciendo que la autoría de ese poema no me corresponde.
Del mismo modo, me he encontrado varias publicaciones alabando la creatividad y buen hacer de este hombre y en los que se ve, claramente, manuscritos de mi poema con su letra y firma.

Pues bien, este poema está registrado bajo mi nombre y publicado en el poemario “Tempus Fugit”, editado en 2011.

Dicho esto, reivindico el respeto hacia la autoría ajena. Yo, personalmente, no vivo de mi poesía, pero lo que escribo es mío y sólo mío.
Siempre defenderé que las palabras mueven el mundo y están para ser compartidas; siempre compartiré, por tanto, todo lo que mi mano derecha sea capaz de dibujar con letras, sin embargo, nunca consentiré que nadie ponga en duda la autoría de lo escrito.


Como dice un buen amigo hay dos cosas fundamentales en la vida: el respeto y el honor. Pues eso, mantengámoslo.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Volver a empezar

Arrastro una maleta
De momentos que no fueron,
Pero soñé.
Llego a casa,
Y hace frío
En pleno agosto.

El calor que dejaste
Se esfumó.
Las sábanas
aún huelen a ti.
Pongo el despertador
A esa hora en que esperaba
Una lluvia de besos,
Un diluvio de abrazos.

Y al final,
Nada es lo que era
Y termina resultando
una maldita tortura
Este volver a empezar,
Sin ti,
Pero contigo...