lunes, 15 de noviembre de 2010

Moncloa

Hoy Moncloa
se fundía en un sueño,
temblaba de frío.

Cogí el metro,
rumbo a tu cuerpo.
Billete de ida.
Lo siento,
no pienso volver.

En la estación
de tus brazos,
lloran los relojes,
atamos el tiempo
entre besos y sueños.

Hoy Moncloa
se fundía en un sueño,
temblaba de miedo.
Entonces,
apareciste tú.

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