Decidiste aprender a volar,
Cuando yo había quemado
Cien mil paracaídas
De ilusiones y ganas de amar.
Cogiste aquel tren,
Dos paradas después
De mi destino final,
Quiste correr,
Cuando yo había abandonado
Cualquier posibilidad
De ganarle esta carrera
A la vida.
Te fuiste,
Y aunque fue para siempre,
Aunque ya no vuelves,
Aunque ya no eres,
Y no hay destino común,
Ni tren para dos,
Ni vuelos acrobáticos
En las noches de sábado;
Yo
Siempre
busco
más.
Te quise,
Como se quiere de verdad,
-Ya sabes-
Con la locura inconsciente,
Con la necesidad de tenerte,
Con el miedo a perderte.
Y te perdí.
Te fuiste,
Me fui,
Nos fuimos,
Y dejamos de ser.
A veces te recuerdo,
Te sonrío,
Te huelo a ciegas
En el metro.
Eres risa,
Eres verso,
Fuiste llanto,
Fuiste eso,
Que nunca supe entender,
Que nunca supimos tener.
Dolió.
1 comentario:
El recuerdo pesa, y en ocasiones, quema. Yo no puedo dejar de querer quemarme
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