domingo, 21 de febrero de 2010


A veces, me quedo pensando cuál será ese pacto al que un día llegaron cielo y mar para hacer de esa unión tan diferente, un paisaje sinigual.

A veces, me quedo pensando por qué las olas rompen con fuerza sobre los duros acantilados y por más que estos resisten, siempre acaban cediendo. No hay constancia ni paciencia mayor que la de aquella ola que cabecea contra la dura roca.


A veces, me quedo pensando qué será lo que teme el sol. Por qué a cierta hora, vuelve raudo a su escondite, como aquella Cenicienta de media noche.

A veces me quedo pensando... para qué pensar.


Fotografía: vistas desde el mirador del Espíritu Santo(20 de Febrero de 2010).

2 comentarios:

Carlao Delgado dijo...

Es verdad, hay tantas preguntas y me cuesta la respuesta,tienes un blog muy lindo

un abrazo grande y felicidades por la publicación de tu libro,

pasa a visitar mi blog cuando gustes: http://despuesdeaitele.blogspot.com/

Rodolfo Serrano dijo...

Leo en la Nueva España la presentación de tu libro. Y las cosas tan bonitas que dices. Cómo me alegran los elogios que escriben sobre ti.
Besos y enhorabuenba. Te lo mereces.