domingo, 12 de octubre de 2008

Crisis.


En mi Clase, hay un tablón de corcho, a través del cual nos informan de ciertas cosas, tales como los viajes de estudio.
El otro día, y justo en la hoja de información para actividades extraescolares, ponía como título, “En tiempo de crisis, la ayuda es más necesaria”.

Sólo leer eso, y ya me puso de mal humor.
Últimamente, paso de encender la televisión, ya que siempre, siempre, sale la maldita palabra: “Crisis”, y junto a ella, especulaciones, discusiones, riñas, y previsiones de futuro de lo más pesimista, pero realistas a la vez.


Nos lo tomamos a risa, bah que estamos en crisis, ya veras, otra guerra, no eso es imposible, si estamos en España, país desarrollado…y a eso ¿qué contesto yo?...JA, eso es lo que contesto.

Pensando y pensando, me doy cuenta de algo que, aunque suene tonto, es cierto. Hace unos años, probablemente tenía miedo a quedarme sola en casa, a la oscuridad, al típico monstruo que habita en el armario, o debajo de nuestra cama…

Ahora, tengo miedo del futuro. Tengo miedo, porque no sé de qué va la vida, no sé donde están las soluciones, creo, que hoy por hoy, alguien se ocupa de esconderlas tanto que nadie las encuentra…

Quizá sea, porque nuestro país juega, más bien un partido de fútbol, donde dos equipos rivales chutan el balón lo más fuerte posible, y sus seguidores, bien equipados, se pelean entre ellos, mientras tanto…el tiempo corre, y finalmente, terminará el partido.

¿Resultado? Os preguntaréis, empate a 0,¿ por qué?, porque ninguno de los dos equipos llegó a puerta una sola vez, fueras de juego, faltas, achazos a las rodillas, disputas con el árbitro…acabaron con el tiempo establecido.

Debería darme igual, pero lo cierto es que no, lo cierto es que veo que esto se cae, lo cierto es que sí, no entiendo mucho de política aún, y de economía…yo creo que menos, pero eso no implica que no me de cuenta de las cosas, que no me de cuenta de que hay gente a la que no le llega para vivir, que los jóvenes, tienen que quedarse en casa de los padres por narices, que los comercios cierran y las obras son abandonadas por falta de obreros (no es que no quieran trabajar, es que no tienen para pagarles).

Y todo así, hasta que un día, zas!! Todo explote y entonces ¿qué? ¿emigramos?, ¿nos ponemos a pedir? ¿dónde, si no hay ni un duro?...

Tremendo, pero real, así que hoy, los monstruos, soledades y oscuridad…han dejado paso a la incertidumbre de los días que vendrán.


“Agárrate bien de mi mano, que tengo miedo del Futuro”

6 comentarios:

Daniel dijo...

La viñeta muy buena y sobre todo el comentario. Saludos.

Sole dijo...

Excelente Saray !!!!!! cerraste tu comentario con la frase que te iba a poner, " agarrate de mi mano, que tengo miedo del futuro"

Soluciones, no puedo darte...pero si compañia mutua ante tanta incertidumbre!

Muchos besos

ChAnd dijo...

Saray, eres una persona muy interesante y reflexiva; tu texto me encantó, y creo que hay mucho de fondo en lo que expresas. Yo vivo en un país de esos que ahora llaman "emergentes", y he de decirte que no sólo las y los jóvenes tienen miedo... ¡Temblamos todos! en un mar de confusiones y pésimas decisiones... A pesar de ello, aquí estamos, viviendo y escribiendo...¡Salud!

Luis Cano Ruiz dijo...

El problema es lo que tu descrtibes. La crisis tiene solución, si todos pensamos en bloque y actuamos arrimando el hombro. El problema es que los partidos de turno necesitan sacar votos de la situación, y entonces es más fácil tirarse piedras y esconder la mano que al revés.

La crisis pasará, porque ya ha pasado más veces. Lo que no pasará es la hipocresía y el retraso mental de nuestros partidos políticos.

Buen texto. Un saludo

javixu dijo...

Buah! No tengas tanto miedo eh!, que esto es normal. Las épocas de crisis y las de bonanza se repiten de manera crítica, y menos mal que es así.
Yo paso de la crisis, si eres honrado no te falta el trabajo.
Un besito

Yolanda dijo...

Yo tambien tengo miedo del futuro y de que Peter venga un dia a buscarme y tenga que decirle que no prenda la luz

Me encanta la naturalidad y frescura con la que escribes.

Besos Saray