miércoles, 17 de septiembre de 2008


¿Sabéis qué nos pasa a las personas que soñamos mucho y tenemos mucha esperanza puesta en nuestras vidas?

Que nuestros sueños acaban cumpliéndose, y acabamos sintiéndonos felices, por todo lo que hemos vivido, por lo que nos queda, y por lo que obtenemos de todo ello.

A veces, creo que las personas somos muy inconformista, que intentamos centrar nuestra atención en algo, hasta conseguirla, en ese momento, deja de tener importancia y debemos buscar algo nuevo en lo que basar nuestras vidas.

Vale, puede que eso a veces ocurra, pero yo creo, que, ante todo, lo que hacemos es buscar un sentido a nuestra vida, y emprender nuestros Caminos hacia la Felicidad.

Puede sonar un poco raro esto, pero es que, en realidad, la vida es así de simple, y las personas aún más.
Un simple libro, un viaje en bus, una buena Conversación…nos ilusiona, y nos hace felices, y eso es lo realmente bonito de la vida, el disfrutar de sus pequeñas cosas que te regala, el levantarse cada día, dispuesto a comerte el Mundo, a gritar lo Feliz que eres…


A veces, conseguimos algo, la vida nos regla un momento de plena Felicidad, pero tras él, nos sentimos muy mal, nos sentimos tristes, con nostalgia… Pero hemos de saber que ahí no se acaba el Mundo, que esa es la vida, un continuo aprendizaje, una noria, que a veces está arriba, y otras veces abajo, pero todos y cada uno de los pasos que da en su Camino, merecen la pena, y es que, como dice una Canción de Ismael:

“Quizá sólo dure un segundo este sueño, pero sin duda habrá merecido la pena”


Sueñen, mantengan la esperanza, y vivan muy muy Felices disfrutando del día a día.

2 comentarios:

Sole dijo...

Una buena conversacion...una excelente compañera a la distancia como vos, sin lugar a dudas son esas pequeñas cosas que nos alegran la vida...y vaya que si deseas algo con fervor, se hace realidad...yo creo que si...y vos? :)

Vas a ver que tu sueño no durara solo un segundo, y sin duda merecera la pena..

Besos, tq

Luis Cano Ruiz dijo...

Me alegra ver que de verdad hay gente tan ilusionada con la vida.

Yo me temo que soy un poco más fatalista, y pienso que en la vida las ilusiones se quedan como recuerdos, analgésicos del dolor. Pero son los fantasmas del daño que hemos hecho lo que nos marca y nos ensombrece.

Aun así, habrá que soñar de vez en cuando.